Génesis 1:1 - En el principio creó Dios los cielos y la tierra
- Jeremy Espinosa
- 22 mar
- 6 Min. de lectura
Texto Hebreo Original:בְּרֵאשִׁית בָּרָא אֱלֹהִים אֵת הַשָּׁמַיִם וְאֵת הָאָרֶץ
Transliteración:Bereshit bara Elohim et hashamayim ve'et ha'aretz
Análisis Lingüístico y Teológico
La expresión "los cielos" puede interpretarse como el universo, mientras que "la tierra" hace referencia a nuestro planeta. Este pasaje revela que la creación no fue un proceso fortuito, sino una acción deliberada de Dios, quien trasciende el tiempo y el espacio.
En hebreo, la palabra "Dios" aparece como אֱלֹהִים (Elohim), un término que denota majestad y plenitud. El verbo "creó" proviene del hebreo בָּרָא (Bara), que significa crear de la nada, un acto exclusivo de Dios.
Yatsar: Formar o moldear, implica trabajar con material preexistente, como un alfarero con el barro.
Asah: Fabricar o hacer, denotando un proceso de manufactura o transformación de materiales ya existentes.
El Código Numérico en Génesis 1:1
El hebreo, con su alfabeto de 22 letras, otorga a cada letra un valor numérico y un significado simbólico. En el primer versículo de la Biblia, la letra Alef (א) aparece seis veces. Alef simboliza fuerza, liderazgo y tiene un valor numérico de 1 o 1000. Seis Alef equivalen a 6000, lo que sugiere una cronología determinada por Dios para la duración del mundo.
Particularmente relevante es la aparición del cuarto Alef (4000) junto a la letra Tav (ת), que significa marca, señal, pacto y, en el sistema protosinaitico y fenicio, tenía la forma de una cruz. Su valor numérico es 400, lo que parece señalar el sacrificio de Jesús en el año 4000 desde la creación. Esto concuerda con 2 Pedro 3:8: "Para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día."
Además, en el cuarto día literal de la creación, Dios creó el sol, mientras que en el cuarto milenio apareció Jesús, el "Sol de Justicia" mencionado en Malaquías 4:2, quien traería salvación.
Representación Numérica en Génesis 1:1
Texto con Alef resaltadas: בְּרֵ(א)שִׁית בָּרָ(א) (א)ֱלֹהִים (א)ֵת הַשָּׁמַיִם וְ(א)ֵת ה(א)ָרֶץ
Valores Numéricos:
1000 + 1000 + 1000 + 1000 + 1000 1000
(4000)
Total = 6000
Génesis 1:2 - La Tierra Desordenada y Vacía
En hebreo, "desordenada" se traduce como Tohu (תהו), y "vacío" como Bohu (בהו), términos que indican un estado de caos y desolación. A pesar de este escenario inicial, el Espíritu Santo ya estaba presente.
El término hebreo רוח הקודש (Ruah HaKodesh) se traduce como Espíritu Santo. La palabra "movía" proviene del verbo מרחפת (Merajefet), que sugiere la acción de revolotear o aletear, como un ave protegiendo a sus crías. Esto indica una presencia activa del Espíritu Santo en el proceso creativo.
Génesis 1:26-27 - Creación del Hombre
Dios declara: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza." La pluralidad de esta afirmación no se refiere a los ángeles, sino a la interacción entre las tres personas divinas: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
En el verso 27 se refuerza la idea: "Dios creó al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó".
Imagen Física: El ser humano comparte ciertos rasgos con su Creador.
Imagen Moral y Espiritual: El hombre fue creado en santidad, pureza e inocencia, sin malicia.
Dos Géneros: Dios creó únicamente hombre y mujer, estableciendo la base del diseño divino.
La Alimentación Original del Hombre y los Animales
En el relato bíblico de la Creación, específicamente en el libro de Génesis, se describe una visión fundamental sobre la alimentación original del ser humano y los animales que invita a reflexionar sobre la relación intrínseca entre la humanidad y el mundo natural que la rodea. Según Génesis 1:29, la dieta original del ser humano era completamente vegetariana, compuesta por frutas, verduras, legumbres y frutos secos. Este modelo alimentario no solo establece una pauta para la subsistencia humana, sino que también refleja una concepción de convivencia armónica con el entorno natural, basada en la utilización de recursos vegetales.
En este escenario de la Creación, la humanidad vivía en equilibrio con la naturaleza, con una dieta basada exclusivamente en productos derivados de plantas. Este enfoque refleja la idea de un mundo donde el ser humano no dependía de la explotación animal ni de procesos de caza para su alimentación. De este modo, se plantea una visión de sostenibilidad y respeto por los recursos naturales, donde la interacción entre el ser humano y la naturaleza era pacífica y no violenta.
De manera similar, en Génesis 1:30, el texto se extiende a los animales, señalando que ellos también compartían una dieta herbívora. La Escritura menciona que "toda bestia de la tierra", "todo ave de los cielos" y "todo ser que se arrastra sobre la tierra" debían alimentarse de "toda planta verde", lo que implica que, en este orden primigenio, no existía la depredación ni la violencia. La fauna, al igual que la humanidad, coexistía en paz, sin recurrir a la agresión para satisfacer sus necesidades alimenticias. Esta visión refuerza la idea de un ecosistema perfectamente equilibrado, donde todas las especies convivían en armonía, sin que se produjera la cadena alimentaria basada en la caza o la competencia violenta.
Este equilibrio natural presenta un modelo de sostenibilidad que podría interpretarse como un principio fundamental en el que el bienestar humano y animal estaba ligado al respeto y la conservación de los recursos naturales. La relación entre el ser humano, los animales y el medio ambiente no se basaba en la explotación ni en la dominación, sino en un sistema de coexistencia que favorecía la estabilidad ecológica.
Es importante destacar que el relato de la Creación refleja una visión de un mundo sin la introducción de la violencia o el sufrimiento para la obtención de alimento. Esta perspectiva contrasta con la realidad posterior, en la que, tras la caída, la humanidad y los animales comenzaron a experimentar la violencia y la destrucción como parte de la dinámica natural.
En el contexto contemporáneo, este modelo de alimentación y relación con la naturaleza se convierte en un punto de reflexión sobre los debates sobre sostenibilidad y la ética ambiental. La elección de una dieta basada en plantas, así como el respeto por el bienestar animal, se alinean con los principios de una vida más responsable y sostenible, especialmente en un mundo donde la explotación de los recursos naturales y el impacto ambiental son cuestiones clave.
En resumen, el relato sobre la alimentación original del ser humano y los animales en Génesis no solo describe un estado ideal de armonía, sino que ofrece un modelo de convivencia basado en el respeto mutuo y la sostenibilidad ecológica. Este enfoque puede ser interpretado como una invitación a reconsiderar nuestra relación con el medio ambiente, con los animales y con los recursos naturales, y a reflexionar sobre las implicaciones éticas y ecológicas de nuestras decisiones alimentarias y de consumo en el siglo XXI.
Los Seis Días de la Creación y el Séptimo de Reposo
Día 1: Creación de la luz, separación entre luz y tinieblas.
Día 2: Separación de las aguas y formación del firmamento.
Día 3: Aparición de la tierra seca, mares y vegetación.
Día 4: Creación del sol, la luna y las estrellas.
Día 5: Creación de los seres acuáticos y las aves.
Día 6: Creación de los animales terrestres y del hombre.
Día 7: Dios descansó y santificó el día.
El Ciclo del Día Según Dios y la Naturaleza
A lo largo de la historia, la humanidad ha establecido el día de 12 A.M. a 12 A.M.. Sin embargo, en la Biblia, el ciclo divino es diferente: un día comienza al atardecer y finaliza con la puesta de sol del día siguiente. Esto se observa en el relato de la creación, donde se repite la expresión:
"Y fue la tarde y la mañana un día."
Evidencias en la Creación:
Reloj Biológico: La mayoría de los seres vivos siguen ciclos de luz y oscuridad, regulando sus actividades en función del amanecer y el atardecer.
Calendario Lunar: Muchas civilizaciones antiguas medían el tiempo con base en la luna, cuyo ciclo comienza con la puesta de sol, reflejando así el orden divino.
Contar los días de puesta de sol a puesta de sol no solo es bíblicamente correcto, sino que también armoniza con los ritmos naturales del universo.
Conclusión
Amigo lector,Esperamos que este artículo haya sido de bendición para ti. Si deseas compartirlo, te invitamos a hacerlo. Cualquier comentario o inquietud, no dudes en dejarlo en la sección de comentarios.
Desde Génesis 1:1 se vislumbra un diseño divino tanto en la creación como en la historia humana. La presencia de Dios como Creador y Sustentador del universo queda patente en cada detalle. Además, los patrones numéricos y lingüísticos parecen anunciar eventos clave, como la venida de Cristo en el cuarto milenio. La Escritura no solo revela la estructura del cosmos, sino que deja señales inconfundibles del propósito divino para la humanidad.
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